En la mañana del 22 de febrero de 2000 nació una niña en Humacao, Puerto Rico. Ella siempre tenía una sonrisa en su rostro redondo y rojizo. Lleno de luz, pasión y curiosidad. Su cabello afro siempre fue difícil de manejar, por lo que su madre lo sometió a muchos calor y tratamientos para mantenerlo “manejable”. Aprendió los pasos básicos para mantener su pequeño cuerpo gracias que observaba a su hermana mayor. Una vez en la escuela, siempre le preguntaba a la maestra si podía ayudarla a ordenar el salón de clases. Ella siempre estaba dando una mano amiga a sus amigos. Esta nina siguió creciendo rápidamente mientras se abría paso en esta dura sociedad.
Siempre tuvo esa chispa y una luz en sus ojos cuando los animales y el ambiente formaban parte de la conversación. Nunca se rodeó de ellos, pero siempre tuvo asombró de ellos. Siempre miraba sin parar el canal de “Animal Planet” o la página de la NASA para tener una visión de lo que aún no podía experimentar. Ella siempre era la que rescataba a los pajaritos que fallaban en sus primeros vuelos o se rescataba los gatitos bebés para darles una segunda oportunidad en la vida. Siempre estaba jugando con tierra mientras "ayudaba" a su madre a plantar flores. Esa niña siguió creciendo y creciendo, hasta que comenzó a preguntarse cómo podía ser una persona cuya vida pudiera estar rodeada de animales y naturaleza. Un día se conocio la palabra “Veterinario”, lo que le dio una nueva visión. En la escuela secundaria, se ofreció como voluntaria en un albergue local, donde asistio en el aseo y alimentacion de todos los perros y gatos mientras daba sus primeros pasos en el trabajo administrativo. También ayudó a su comunidad a traer un huerto casero. Además, participó en una siembra de árboles con el Club 4H, aprendiendo a usar las herramientas de siembre y educando a sus amigos sobre la importancia de la naturaleza. Luego, en la escuela secundaria, se ofreció como voluntaria en mas veterinario mas cercano. Donde pudo ver de primera mano, su trabajo y deberes diarios, sus pacientes y clientes, lo que le dio ese tipo de confirmación que estaba buscando.
Después de eso, comenzo la universidad, donde tuvo la oportunidad de participar en asociaciones y eventos estudiantiles. También encontró otra clínica veterinaria privada donde, bajo la supervisión del veterinario, realizó algunas de las tareas de un técnico veterinario. Todo iba super bien hasta el verano del 2022 cuando asistió a un internado estudiantil de ciencias ambientales en la que ella no tenía ningun tipo de experiencia, pero se fue de pecho para el mismo. Allí encontro este nuevo y completamente diferente lado de las ciencias. Allí mismo, esta joven muy segura que siempre decía que quería ser veterinaria, ahora estaba perdida y llena de dudas. Empezó esta lucha dentro de sí misma porque siempre supo que quería trabajar con animales pero también quería trabajar con su entorno. Se sintió atrapada en sus pensamientos tratando de tomar decisiones que cambiarían y definirían su vida.
Esa niña que creció confiada pero luego se perdió en su andar por la vida… soy yo. Soy esa chica que siempre habia soñado con ser veterinaria. Además, soy esa chica que tiene el deseo de trabajar con el aspecto ecológico de la vida silvestre. Mi viaje nunca fue una linea recta. Y aún así, no sé qué camino bajo las ciencias ambientales debo seguir. Nunca tuve ningún tipo de mentoria o guía de alguien. Todo lo que tengo es una búsqueda rápida en Google y las redes sociales para tratar de ver qué carreras hay en este gran mundo.
De una cosa estoy muy segura, nunca estarás completamente listo para seleccionar lo que vayas hacer con tu vida... pero cuando lo hagas, asegúrate de que cuando tomes la decisión, estés seguro, y ames esa decisión, porque eso es lo que va a definir el resto de tu vida.
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